Mamá lleva 5 años sin regresar a Perú, y en todo este
tiempo ha tenido la costumbre de enviar maletas con regalos y cosas para la
casa, aun cuando no se lo pedimos, siempre lo hace. Tiene varios amigos que
regresan a Perú, entonces aprovecha esos retornos y ellos traen las
maletas y nosotros esperamos a sus amigos en el aeropuerto y listo, maletas en
nuestras manos, sin mucho trajín de los envíos.
Nuevamente tuvo que enviar otra maleta, está vez nos
dijo, que la persona que llevaría la maleta estaría vestida con una casaca de
cuero roja y un jean azul, ahaha y que las maletas tendrían un listoncito azul.
Era su amigo Jose Arnao quien las iba a traer, y que seamos puntual y estemos a
la hora indicada con el clásico cartelito que tiene el nombre del viajero, y
alzarlo todo el momento hasta que aparezca el caballero. (Tedioso y aburrido).
La llegada del avión estaba programada para las 7pm,
así que estuvimos parados en el aeropuerto desde las seis y media, y nos
ubicamos en las llegadas internacionales, fuimos mi hermano y mi abuelita, mi
abuela nos acompañó porque quiso conocer al amigo de mi mama y preguntarle todo
sobre mi mami, ya se imaginarán.
Habrán transcurrido como 30 minutos y el señor no
llegaba, estabamos preocupados, quisimos llamar a mi mamá desde el teléfono
público del aeropuerto, pero había una colasa, así que seguimos esperando.
Pasaron 10 minutos…
Y de la nada una señora interrumpe mis pensamientos
diciendo en voz alta; “los pasajeros de Atlanta ya están saliendo”, ufffff fue
como un bañito de agua calientita, supongo que habrán demorado mucho en
los controles y esas cosas, quién sabe, pero por lo menos el señor Jose seguía
adentro y yo estaba más calmado esperándolo.
Veinte minutos más y no salía, ya estábamos a
punto de irnos, y el teléfono del aeropuerto seguía lleno jajaja, en
serio continuaba la colasa, creo que todos esperaban a alguien que aún no
llegaba J
Bueno seguí esperando….
Y de pronto, así, a lo vale la pena soñar
Veo salir a mi mamá, vestida con casaca roja y un jean
azul, y con sus maletas con listoncito azul, L, para que mentirles, lloré, lloré y lloré, le dije a
mi abuela que mi mamá estaba al frente y también lloró, no aguanté más y fui a
su búsqueda, cuando la tuve enfrente, pude ver que también las lágrimas crean
ríos en su rostro y que la emoción no la dejaba hablar claramente, transcurrió
unos cuantos minutos y cuando ya estaba más tranquila y serena, me dijo con una
voz muy delicada; sorpresa, no me podía perder tu fiesta de promoción. L
°Esto ocurrió hace unos años atrás, pero lo recordé
porque inicié nuevamente un proyecto fotográfico, esta vez en el aeropuerto,
gracias a la recomendación de Gary, graciasss :)