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miércoles, 4 de septiembre de 2013

CARMEN


Carmen  recibió la noticia que a toda mujer le llenaría de alegría, estaba esperando un nuevo hijo, y esto la emocionaba  y  lo tomaba como un regalo de Dios, ya que una semana antes había empezado los planes de su boda con Mario. Ambos decidieron darles la primicia a todos los familiares, y aprovechar el momento para entregarles el parte de su casamiento, sin duda a todos les  conmovía  esa  noticia,  pero a su hija samia, una niña de cinco añitos, le brillaban los ojos de la emoción,  que tratando de jugar a adivina, no paraba de decir que pronto nacería su hermanito.

Ya había transcurrido un mes desde  la noticia del embarazo de Carmen,  y la fecha de la boda estaba a la vuelta de la esquina. Esta vez los gustos exquisitos y tendenciosos de los modistas no pudieron ser saciados, ya que el vestido que escogió era el más ligero que nunca pensó usar, la magia no recaía en la noche de bodas, sino en la bendición del nuevo hijo, y la boda era el sello perfecto para su relación, y la felicidad de su familia.

El tiempo como de costumbre quedaba muy corto , los quehaceres diarios, el trabajo, la boda, samia, y los chequeos del bebe dejaban a Carmen un poco agotada, pero eso no mermaba en su ganas de realizar todo correctamente, siempre tuvo ese carácter para tomar las decisiones correctas para su vida, como cuando se enteró que estaba esperando su primer bebe a los veinte años, ella y Mario  dieron la noticia a sus respectivas familias, para sus padres fue un poco dura y anticipada la llegada de un hijo, pero al poco tiempo lo aceptaron completamente.  Carmen un año antes de acabar la universidad dio a luz a samia, su hija que heredase todo de ella, era su vivo retrato. Mario ya había culminado la universidad  y trabajaba en una pequeña empresa automotriz, por lo cual logró conseguir un departamento donde llevar a vivir a su familia, ya que creía conveniente mudarse de la casa de su madre, aunque ella nunca mostró gestos de incomodidad,  incluso fue quien recibió con más regocijo la noticia que sería abuela.

Cuando Carmen acabó la universidad, rápidamente consiguió un empleo, así ella y  Mario cubrirían los gastos del hogar, no pretendían tener inmensos lujos porque el dinero aún no lo permitía pero la situación marchaba viento en popa, y decidieron iniciar los planes de su boda.


Había pasado una semana  y media de su último chequeo médico, las recomendaciones del doctor fueron muy concretas, que todo marchaba bien, y que mantuviera la alimentación muy balanceada y si se sintiese mal acudiera lo más antes posible al hospital, y así fue, Mario  la acompañó al consultorio del doctor, ella sentía que algo no marchaba bien, así apresuraron el paso hacia el hospital.

Al llegar al consultorio, El doctor colocó el estetoscopio en el vientre de la madre, el simple hecho que se quedase callado preocupo mucho más a Carmen, ella le exigió en todo momento que le dijera la verdad, pero él solo le dijo que necesitaba pasar a una intervención rápidamente, que eran necesarios unos chequeos, antes de diagnosticar algo específico.

Al cabo de 20 minutos las sospechas del doctor fueron ciertas, el bebe llevaba una semana muerto en su vientre, y ya el cuerpo estaba en estado de  descomposición por lo cual Carmen presentaba una infección que podría agudizarse si no se atendía a tiempo, la solución era rápida, tenían que extraer al bebe. Al parecer padecía de trisomía 21, y quizás alguna de las causas  de su muerte fue que su corazoncito no tuvo la fuerza necesaria para seguir latiendo.  



Carmen al llegar a casa recibió el abrazo de su madre, quien la estrujo demasiado fuerte, frotando su mano suavemente en su espalda, mientras ella derramaba  imparables lágrimas, lagrimas que expresaban su vacío, su pena,  su dolor. No entendía  porque la vida fue tan cruel con ella, arrancarle de las entrañas  a un ser que ni siquiera vio la luz, ahora la situación se tornaba difícil, aun con la tristeza en el alma  siguió con los planes de la boda, el amor por Mario era muy grande, y en memoria de su hijo, sellaría este momento de amor.